Este apartado se desarrolla del siguiente modo:
2. Medusas marinas: cristianos, materialistas y espiritistas
2.1 Sobre el Cristianismo
- “Panteísmo cristiano” vs “Panteísmo esotérico
2.2 Sobre el Materialismo
2.3 Sobre los espiritistas
2. Medusas marinas: cristianos, materialistas y espiritistas
Cuando nos sumergimos en el mar hay que ir atentos pues podemos encontrarnos con variadas medusas marinas, que ciertamente pueden ser atractivas, no obstante, es aconsejable saber de qué tipo son, ya que, algunas más que otras, si nos acercarnos demasiado su picadura puede ser algo molesta. Del mismo modo, hay algunas doctrinas, según nos comenta Helena P. Blavatsky, que aparentemente nos pueden atraer, pero si las conocemos un poco más en profundidad podemos comprobar que hay otras más genuinas para ayudarnos a dirigirnos en nuestro buceo espiritual hacia la verdadera sabiduría10.
2.1 Sobre el Cristianismo
Jesús, como iniciado, mostró algunas verdades en forma de parábolas, pero esas enseñanzas morales, como se ha mencionado en el capítulo anterior, no se han reflejado correctamente y han dado lugar a un cristianismo con ciertas grietas palpables, por lo que éstas no son demasiado aconsejables para llegar a un camino sin contradicciones. Estas son algunas de ellas:
1.- Creer en un Dios que es, a un tiempo, antropomórfico e ilimitado. Esta creencia no puede considerarse verdadera simplemente en el sentido de que aquello que no tiene límites no puede encerrarse en un espacio como lo puede ser un cuerpo.
2.- Una teoría según la cual por expiación los seres humanos obtienen la salvación, tampoco puede darse como válida, porque si cometes un acto cruel como matar, solo por el hecho de que el asesino pida perdón, Dios no se lo puede conceder sin más. Porque podemos pensar razonablemente que también hay que tener en cuenta no solo la muerte de esa persona en concreto, sino además el dolor y sufrimiento que éste ha causado a las víctimas que rodean a ese atropello como familiares o amigos, para que todo este mortal entramado pueda valorarse en la misma balanza de lo justo.
3.- Otra teoría es aquella donde Dios dota a los seres humanos de alma. Si reflexionamos sobre ello, seguramente habría algún caso en el que esa alma, en algún momento, podría cometer un acto innoble. De ello se podría fácilmente derivar que ese Dios, en tanto que “entrega” un alma que es corrupta, se convierte en cómplice de ese acto impuro. Ese Dios bienaventurado, entonces, es a un tiempo, un Dios dañino. Lo cual es también contradictorio.
- “Panteísmo cristiano” vs “Panteísmo esotérico
Dios es eterno e inmortal para el cristianismo y para la enseñanza que predica la sociedad Teosófica. Ahora bien, hay un matiz muy relevante, que aleja sustancialmente el “panteísmo cristiano” del “panteísmo esotérico” en las enseñanzas teosóficas. Y es que el “panteísmo cristiano” entiende que Dios está en todas las cosas, pero en cada una de ellas por separado. En cambio, el “panteísmo esotérico”, mantiene la concepción de un Dios que está presente de forma continua sin divisiones posibles en todo lo que existe. Es decir, que es un todo indisolublemente integrado, tanto si es algo viviente o como si es algo inerte, como si es algo visible o invisible. La Deidad aparece como una Existencia Absoluta. Es un Dios omnipresente, omnipotente y omnisciente11.
En este sentido, es una “Seidad que no es ser” (este último “ser” entendido como ente). Es un “ES” en movimiento. Un eternamente “ES”, sin cabida de fronteras, límites físicos o de cualquier otro tipo.
2.2 Sobre el Materialismo
Un materialista es aquel que solo cree lo que ve y experimenta con los sentidos físicos. Está volcado al mundo de exterior de la materia. Su yo personal no tiene reflejo de Buddhi, como veremos más adelante. Hay muchos hombres de ciencia que hoy en día son materialistas12.
Pero hay que entender que el orden físico no alcanza ni puede estimular nuestros sentimientos más profundos y elevados13. Se queda decididamente corto. Por eso, la Teosofía lucha contra esta visión de topo.
Helena P. Blavatsky hace una analogía sobre los materialistas con un viaje en tren que es muy ilustrativo14. Uno puede hacer un largo viaje en tren (muchas vidas) y quedarse dormido en algunas estaciones (como se interpreta que lo hace el materialista al no ser consciente de su parte espiritual), por ello, sin el menor recuerdo consciente de éstas. Ahora bien, en algún momento puede despertar (su conciencia) y continuar su viaje en el tren observando y deteniéndose en muchas paradas (lo que significa dejar de ser materialista y ser consciente de su verdadera naturaleza espiritual en vida en distintas reencarnaciones), hasta llegar, tras un gran recorrido de multitud de paradas (vidas), al anhelado final de su destino (Âtman).
“Así como la abeja recoge la miel de cada flor, dejando lo demás para alimento de los gusanos de la tierra, de igual modo obra nuestra individualidad espiritual, ya la llamemos Sutrâmâ o Ego. Recogiendo de cada personalidad terrestre, en que Karma lo obliga a reencarnarse, solo el néctar de las cualidades espirituales, y la propia conciencia, forma de todas ellas un todo, y surge de su crisálida como Dhyân Chohan glorificado. Tanto peor para aquellas personalidades terrestres de las que nada haya podido recoger. Semejantes personalidades no pueden de seguro, sobrevivir conscientemente a su existencia terrestre"15.
En este pasaje con estas poéticas palabras que vibran en nuestro interior, que hemos preferido transcribir íntegramente para saborear su significado en todo su conjunto, Helena P. Blavatsky, al final del mismo, muestra el papel del materialista que estamos analizando y que enlaza con las conclusiones derivadas de esta aclaratoria analogía del tren. El materialista no recoge ningún fruto divino en su existencia terrenal, lo que le impide ser consciente de sí mismo cuando vuelva a la vida16.
Ciertamente, existen diferentes grados de personas materialistas. Se puede decir que los más "dormidos", son los incrédulos absolutos y además, perversos. Este tipo de personas no podrán ir al Devachán y reencarnarán, sin casi descanso, rápidamente. Luego, también hay otros materialistas que al menos no actúan con una personalidad caprichosa ensimismados en ellos mismos. Por ello, como hemos explicado, están más cerca de un despertar en las siguientes estaciones del tren.
Resumiendo: cuando los materialistas reconozcan en sí mismos su propia espiritualidad comenzarán su progreso evolutivo y no antes.
2.3 Sobre los espiritistas
Un verdadero ocultista, esto es, un teósofo altruista y fraternal, tiene un amplio conocimiento en alquimia, magia, nigromancia y astrología. Conoce la influencia secreta de la Naturaleza. Y desarrolla poderes ocultos, que están latentes en todos nosotros. Un ejemplo: el hipnotismo. Ahora bien, sin una formación explícita para tales prácticas es muy difícil llegar a ello y además, puede llevar a sitios muy peligrosos, como puede ser al mediumnismo17. Esto sería como surcar con “una nave sin timón en medio del océano embravecido”18.
La Teosofía va en contra de aquellos espiritistas que conciben la comunicación con otros planos de existencia entendiendo que lo hacen con espíritus inmortales, en vez de ver que lo que realmente están haciendo es acceder, en la mayoría de los casos, a personalidades desencarnadas o cascarones19 sin parte alguna inmortal . Tendrían que caer en la cuenta de que las manifestaciones más elevadas no es admisible que puedan venir de almas sin cuerpo20.
MAF
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(10) Por ejemplo el Buddhismo, con algunas claves del texto sagrado hindú, Bhagavad Gita, que se comenta en el siguiente apartado.
(11) Presente en todas partes, que todo lo puede y que lo conoce todo, respectivamente.
(12) Por ejemplo Darwin y su teoría de la evolución del hombre. La clave de la Teosofía,29.
(13) La clave de la Teosofía,35.
(14) La clave de la Teosofía,120.
(15) La clave de la Teosofía,119-120.
(16) Además expone que vemos más delante de forma más detallada, que lo esencial para el hombre es su individualidad espiritual y que existe una Ley del Karma, con su consecuente necesidad de obrar en equilibrio con ella.
(17) Muchos de ellos, por no decir la mayoría han terminado sus días con problemas mentales severos. La clave de la Teosofía,138.
(18) La clave de la Teosofía, 23.
(19) La clave de la Teosofía,193.
(20) La clave de la Teosofía,25.