María Abril Fígares

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RETO: apagar el botón de inercia: OFF

agosto 30, 2022

Un reto para antes de que termine el verano, es decir YA:

Tenemos el botón de “inercia” encendido. Estamos sumergidos en nuestra cotidianeidad tan sumamente absorbente que no atendemos lo suficiente a cómo nuestra parte física, emocional y mental, están estrechamente relacionadas entre sí y nos inducen constantemente a cómo proceder.

Ahora, RETO: apagar el botón de inercia: OFF.

¿Qué sucede? Mi experiencia:

Me enfoco hacia mí misma. Redirecciono mi conciencia alejándome del mundo exterior que me entretiene. Eso si, con cierta dosis de paciencia hacia mi poca práctica de observar mi interior con atención, al memos de forma continuada.

En el plano físico, en pocos días todo se ralentiza, me veo a cámara lenta. Aprecio bastantes cambios. Mi cuerpo se levanta ¡con energía!, mi sueño está siendo profundo y reparador. Creo que he vuelto a a soñar, aunque no recuerde el qué. A la comida, no llego exhausta haciendo y pensando mil cosas a la vez, sino que la saboreo y mantengo una conversación amena y relajada con mis hijos o amigos. Meriendo frutas refrescantes con satisfacción, en vez de engullirlas en tres segundos, porque con el botón de la inercia en ON, aún sabiendo que es sana, lo hago unida al pensamiento de que me quita tiempo. Y a mis noches, llego paulatinamente y no de sopetón del tipo: - “¿Ya son las doce?!!”.

Constato que sin un foco interior centrado en lo que hago, vago ciegamente durante TODO día. Por el contrario, si me paro y observo cada momento del día, el continente y contenido de éste me proporciona un brillo de peculiaridad que vivo, pienso y siento a la vez con mucha más fuerza y beneficio.

Los cambios que se producen en el plano mental también son importantes.

Creo que cómo vivo es la “vida”. Vi que no, y lo explico.

Por un lado,

  • La vida no es una habitación que sirve para guardar cosas y cuantas más tengas es mejor y más plena. Error.
  • Perder 1 gramo o 20 kilos o 1.000 toneladas de cualquier nimiedad no es una tragedia, es más suele aligerar nuestro paso.
  • La vida no es una relación unilateral con la “cantidad”, no es un conjunto de "cosas", tengo que acompañarla y elevarla con la “calidad”: la calidad de nobles pensamientos, la calidad de ser generosa con quienes me rodean, la calidad de trabajar bien en equipo, la calidad de realizar esfuerzos importantes, desinteresados aún mejor, la calidad de promover acciones laborales u otras, originales y arriesgadas, la calidad de aprender en una buena clase de filosofía, leer buenos libros, la calidad de ordenar ideas de lo que me rodea, la calidad de oír una buena música, la calidad de escribir una poesía, la calidad de pintar junto a buenas amigas, la calidad de buscar genuinos encuentros…

Saber lo que no necesito en mi vida, es recorrer la mitad del camino.

Tengo que vivir con "tiempos suficientes" para poder hacer lo que mi corazón me pide realmente realizar.

Y por otro lado,

Asumo que soy una persona activa y diligente, y por ese preciso motivo, no puedo permitirme el lujo de tener tiempo sin estar ocupado nuevamente de mil cosas. Otro error.

Aquí mi conclusión del Reto:

Hice lo contrario. Desocupe mi tiempo. Cerré los ojos. Respiré y expiré profundamente. Y apareció un sentimiento al que no estoy acostumbrada a tener: "tranquilidad".

¡¡No la reconocí!! Me pregunté: ¿lo que siento es quizás un disfraz... de ociosidad?, ¿de pereza?, ¿de vagancia?..

Por un tiempo tuve que observarla con calma. La comí, la mastiqué y la digerí. Fue entonces cuando discerní nítidamente y comprobé gratamente que era el fondo tranquilo y sereno de mi propia alma.

Ahora soy consciente de mi propio espacio silencioso-sereno y por fin, familiar.

Decididamente: hay que encender el botón de la atención interior: ON 


¡La vida así, si la vivo realmente!


MAF

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