Esta sección comienza, como no podía ser de otro modo, mirando al cielo. Y en el cielo, con la ayuda de la NASA, observamos la formación de una nueva estrella. Al investigar sobre ella, lo que hemos descubierto se despliega en este relato.
Sharpless 2-106, Sh2-106 es una brillante estrella joven que se está formando en el firmamento. Fue catalogada con el número 106 por el astrónomo Steward Sharpless en los años cincuenta.
Se puede fotografiar desde el Telescopio Canarias (GTC) y el instrumento Osiris, situado en el Observatorio del Roque de Los Muchachos del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), en La Palma. El que le puso ese nombre “Osiris” a un aparato para localizar estrellas, quizás pensara que era el más apropiado, para aquel que vive en la oscuridad del mundo material trasformado fríamente en partes desligadas como metales y cables meramente empalmados para cumplir su utilidad práctica sin la alegría de sentirse realmente vivo por estar ligado a un propósito tan terrenal. Con ese dolor de rumbo y de unidad se siente disgregado irremediablemente de cada parte de su mecánico cuerpo. No obstante, le concedieron una oportunidad en forma de gracia, la de poder investigar el cielo, como si fuera un océano. Esta gracia podría generarle la esperanza de re-encontrar la estrella-barca de su amada Isis, para poder irse con ella a luz de luna, conseguir la unión de lo múltiple (sus partes y su amada) y llegar a ser felices eternamente.
S106 está situada en el hemisferio Norte, algo retirada, pero a unos pocos años luz de distancia en dirección a la constelación del Cisne. La nueva estrella se ubicó en un lugar para que al crecer su mirada pudiera hacerlo contemplando su ideal, la constelación Cisne. Francamente, cuando apareces en el mundo manifestado tener presente y cercano tu hogar ideal, es un horizonte de apoyo y guía para evolucionar sin dar tantas opciones para perderse. Y esto, adquiere mucha más fuerza en la evolución de una estrella, ya que es superior a la de la humanidad. Por ello, en estos cuerpos celestes el tener su ideal a la vista debe ser ya necesariamente patente, como aparece con la estrella S106.
S106 es una formación estelar bipolar (53 + 53). Lo cual, se puede interpretar desde el punto de vista del mundo manifestado y del cósmico con una mirada filosófica:
En el mundo manifestado los pares opuestos de un mismo corazón con conciencia despierta intuye equilibrar de alguna forma las innegables polaridades que acontecen en su existencia.
Esto ultimo como se expresa en el pasaje de “Trueno”1. Es una certeza.
Y ese mismo corazón, quizás en otra dimensión, por poseerlo dos almas diferentes aunque gemelas, por ser iguales, hallan ese necesario balance intentando alcanzar su fusión estelar.
Esto mismo, aunque en términos más matemáticos con ese significado místico sería del siguiente modo:
La estrella S106 bipolar, son dos polos de números primos (53 + 53) que se suman de forma excelsa. Ya que los números primos son puros arquetipos. Lo que impulsa a nacer a una nueva y espectacular estrella es el hermanamiento que se genera al comprenderse a sí mismos con una misma identidad (53) y gracias a la arrebatadora fuerza de atracción de sus propias energías en busca de su unión.
Si, es especial.
Y por último y aún más divino a S106, se conoce popularmente como el Ángel de nieve cósmico, porque su forma parece un ángel celeste con sus "alas" cuando se despliegan, como en el Fedro2. Es inefable. Estas maravillosas alas tienen aproximadamente dos años luz de extensión. Alas que crecen y se despliegan al infinito en la comunión de su Amor.
¿Quién no diría que alrededor de esta primera investigación intuitiva y espontánea de los astros, que brotó del brillante resplandor de esta joven estrella (S106) se ha materializado en una bella historia de dos almas gemelas (53+53)?
Ellas consiguieron cumplir su destino más elevado de liberarse del mundo terrenal al trascender sus opuestos con el ideal de convertirse en una Estrella. Porque su inconmensurable Amor, a pesar de existir con dos cuerpos y almas separadas pero con una misma identidad, las lanzó a fusionarse eternamente en el cosmos siendo un ser superior, una estrella de luz, que no necesita reencarnarse más en el planeta tierra. S106.
MAF
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[1] Hace referencia a un texto muy enigmático; “el trueno: el intelecto perfecto. Decimos que tenemos la certeza que esa máxima excelsa, sobre alcanzar un equilibrio de polaridades, también se refleja en él. Y por ello se menciona en este contexto también. “Textos gnósticos”, Biblioteca de Nag Hammadi I: Tratados filosóficos y cosmológicos. Edición de Antonio Piñero. Es el segundo de los ocho tratados del Códice VI.
[2] Nos evoca el bello texto que describe de la almas gemelas. Platón, El Fedro, Alianza, Madrid, 1997.